Presentación del proyecto
Jornadas inaugurales (4 y 5 de agosto de 2022 vía MS Teams)
Las lenguas indígenas de las Américas han atravesado y atraviesan aún situaciones social e históricamente desfavorables que las enfrentan en la gran mayoría de los casos al peligro de la extinción. En el plano de la investigación lingüística, no son pocas las medidas tomadas, muchas veces en cooperación con organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, para su revitalización o mantenimiento a través de la documentación. No es extraño encontrar en este esfuerzo un componente lexicográfico, muchas veces producto del recojo de léxico en el marco de un trabajo de campo y materializado en diccionarios o glosarios bilingües.
Mientras que el interés científico o puramente recopilatorio respecto al vocabulario de lenguas indígenas resulta central en la perspectiva tradicional del investigador, en muchos casos, se han dejado de lado los intereses de los propios hablantes. Sin embargo, si bien la utilidad de este tipo de materiales para el lingüista interesado en la descripción léxica o gramatical de una lengua indígena es innegable, estos también han cumplido o pueden cumplir funciones en otros ámbitos. No hay que olvidar, por ejemplo, la práctica lexicográfica que tiene como objetivo final la evangelización de los hablantes o la estandarización de una lengua. Además, estos materiales también pueden cumplir un papel esencial en la vida cotidiana de las comunidades indígenas, en especial, en la interpretación comunitaria y en la educación intercultural bilingüe.
De esta forma, frente al diverso conjunto de objetivos a los que la lexicografía puede apuntar, es necesario tener presente una perspectiva ética a partir de la cual se plantee la cuestión de en qué medida la elaboración de materiales lexicográficos interviene en el bienestar de sus hablantes y de las comunidades indígenas, favoreciéndola o perjudicándola. No está de más, por cierto, reflexionar sobre la necesidad de una convivencia armónica con las lenguas de origen europeo.
Por otro lado, la práctica lexicográfica actual definitivamente no puede dejar de lado las nuevas tecnologías. No solo es necesario adaptarse a un nuevo soporte sino también aspirar a un mejor aprovechamiento de los recursos que aquellas ofrecen, a partir del cual el material lexicográfico elaborado cumpla de manera más eficiente las funciones previstas.
Teniendo en cuenta este amplio panorama y desde el ámbito de la investigación, se hace necesario insistir tanto en la reflexión teórica y metodológica sobre la documentación lingüística, la metalexicografía y las humanidades digitales como también en otros aspectos pocas veces tratados, en especial, los desafíos de un trabajo lingüístico en comunidades indígenas que tome en cuenta la idiosincrasia propia de sus hablantes y de su cultura.